"Los primeros cristianos dejaron su casa, se llevaron consigo pocas cosas, no tenían seguridad, pero fueron de lugar en lugar anunciando la palabra. Eran simples fieles, apenas bautizados desde hacía un año o poco más, tal vez. Pero tenían el coraje de ir y anunciar", dijo.
"Pienso a nosotros, bautizados, si nosotros tenemos esta fuerza y pienso. ¿Nosotros, creemos en esto?. Qué el bautismo nos basta para bautizar, ¿es suficiente para evangelizar?", refirió.
Según Jorge Mario Bergoglio, a menudo la "gracia del bautismo" permanece encerrada dentro de los feligreses que están cerrados en sus pensamientos y en sus cosas.
Lamentó que los católicos piensen que pueden dormir tranquilos porque recibieron el bautismo, hicieron la comunión, la confirmación y por ello "tienen los documentos" en regla.
"La Iglesia es madre que genera hijos pero cuando no evangelizamos la Iglesia no es madre, es babysitter, que cuida al niño para hacerlo dormir", estableció.
"Ser cristiano no es hacer una carrera en un estudio para convertirse en abogado o en un médico, no. Ser cristiano es un don que nos hace ir adelante con la fuerza del espíritu en el anuncio de Cristo", ponderó.
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